Mar Luna y Pep Baiges

Mar Luna y Pep Baiges

Hace unos días os dejaba la crónica de Antoni Salas sobre mi visita al Camp de Tarragona para estudiar una colaboración futura y poder ofreceros productos de oleoturismo, enoturismo y cultura clásica. Esta es la segunda parte de dichas jornadas y que os quiero transmitir tal cual la ha publicado él pero traducida al castellano:

«Como decía en el post del pasado día 11, acabamos la jornada degustando unas tapas por el casco antiguo de Tarragona. Aún siendo lunes, y por tanto con mucha oferta de restauración cerrada por descanso semanal, en la Plaza de la Fuente, lugar donde está ubicado entre otros, el Ayuntamiento, la oferta era considerable. Los locales allí abiertos mantenían un ambiente que recordaba las noches de de las próximas estaciones, ya que como decía el «poeta P. Annius Floro» , si hay un lugar donde le gustaría vivir, este es Tarraco, donde «un clima particularmente benigno atenúa el rigor de los cambios de estación y el año entero lleva el sello de la primavera «.

 Tras más de dos siglos, los foráneos que por alguna causa visitan la ciudad, no sólo lo pueden comprobar, sino que muchos así lo demuestran volviendo tantas veces como pueden o quedándose a vivir a la ciudad.  «atribuido también a Floro …. . Si los hados me niegan a Roma como patria, que al menos me sea permitido quedarme aquí … …. es la más agradable de todas aquellas que pueden escoger para el descanso »

Una cena para recuperar fuerzas, pero ligera, entre arcadas que recordaban la antigüedad de la ciudad, nos permitió hacer después un pequeño paseo los alrededores de la Catedral, que aunque no estaba iluminada ofrecía todo su esplendor.

Antes de medianoche decidimos ir a descansar, no sin antes con el coche, dar un pequeño paseo por la ciudad, para ver las murallas, el circo romano y el Balcón del Mediterráneo, como es lógico para ver nuestro «Mare Nostrum «; el resplandor de la luna sobre las tranquilas aguas, y como no» para tocar hierro «, a la barandilla que sirve de mirador, ya que los visitantes que así lo hacen no sólo cumplen con una tradición cuando allí se acercan, sino que quien así lo hace, es un referente de que volverá.

 El martes por la mañana, como estaba previsto recogí en Mar a las 9 en punto a el Hotel SB Express, después de haber descansado las ocho horas de rigor. Mientras estuvo desayunando, me comentó que se conectó a Twitter, tal como estuvo haciendo durante todo el día de ayer, para así poder informar a los seguidores de Oleoturismia, las vivencias de su estancia por nuestras tierras y lo que hoy haría

 Como ya dije, nuestro lugar de destino era La Boella , a escasos 10 km. del centro de la ciudad dirección a Reus. A las 9.15 nos esperaba Marzo Romera, el responsable comercial del Molino el que junto Pep Baiges director técnico del mismo nos explicaron, el pasado, el presente y el futuro, de una de las almazaras más premiadas en los últimos años.

El resto de la visita la efectuó Pep Baiges, ya que Marzo Romera, tenía una reunión muy importante,-estaban negociando los últimos detalles para exportar a diferentes países asiáticos-.

 Durante más de una hora, estuvimos visitando el Molino, así como escuchando atentamente las explicaciones que Pep nos estuvo dando. Un pozo de sabiduría y vivencias de uno de los técnicos con más prestigio del sector, pionero del cultivo intensivo y recuperación de variedades autóctonas, como es la Arbosana, todo un referente que ha animado a muchos oleicultores apostar por esta variedad.  Nos despedimos de Pep Baiges, agradeciendo su «clase magistral», para acto seguido recorrer en coche y a pie los caminos y las hileras de los alrededores de las 100 ha plantadas con unas 150.000 olivos, en las que predomina con un 90% la arbequina, y el resto entre arbosana y koroneiki.

 Mar Luna y Pep BaigesMar Luna y Pep Baiges (2)

Març Romera, Mar Luna y Pep Baiges

Març Romera, Mar Luna y Pep Baiges

Mar Luna en los campos de La Boella

Mar Luna en los campos de La Boella

Miriam Chivite y Mar Luna en la bodega

Miriam Chivite y Mar Luna en la bodega

Miriam Chivite y Oriol Cortés con Mar Luna

Miriam Chivite y Oriol Cortés con Mar Luna

A continuación nos dirigimos a la Bodega & Tienda de La Boella. Allí nos estaban esperando Oriol Cortés, Ingeniero Agrónomo, igual que Pep Baiges, ya la vez responsable de la bodega Mas La Boella, junto con Miriam Chivite enóloga del mismo.

 Nos acercamos a las viñas para ver las variedades allí plantadas (la mayor parte ya podadas y todas emparradas). La Cabernet Sauvignom de 2003 junto a la bodega, llamada partida La Boella, fue la primera plantación (alrededor de una Ha). En 2004 es plantó 1 Ha. más de Cabernet Sauvignon y 2 Ha. de Monastrell, y el 2005 2 Ha. de Merlot, todas, en la partida Antigons (lugar de asentamiento de una antigua necrópolis romana), al otro lado de la riera de La Boella (lugar de ubicación del yacimiento de La Boella …).

Luego nos desplazarse a la bodega, donde Miriam Chivite comentó las peculiaridades del mismo tanto en cuanto a la vinificación como la crianza. Desde el año 2007 se embotella, Vino de Añada (sin crianza), y par de 2008 también, Vino de Guarda y Vino de Guarda Selección, con formato de magnum, (ambos con crianza de barrica de roble francés, entre 10 y 15 meses). A pesar de la juventud de la bodega, ya ha recibido diferentes reconocimientos y puntuaciones elevadas tanto referencia a concursos nacionales como guías especializadas.

 A continuación, Mar tuvo la oportunidad de realizar una cata de aceites en la sala de catas de la tienda con el responsable de la misma, Luis. Allí pudo conocer los tres tipos de aceites que se producen en el Molí La Boella. La Boella Premiun, la Arbosana y Koroneiki, el primero a base de un coupage de las tres variedades (arbequina, arbosana y koroneiki) y los otros dos totalmente monovarietales. No puedo aportar testimonio fotográfico ya que tuve que ausentarme durante la cata.

 Antes de comer y en la misma tienda, tuvo la oportunidad de ver «la maqueta de trenes Camp de Tarragona» . Una reproducción y recreación a escala H10 de unos veinticinco trenes en las cercanías del complejo La Boella, en un radio aproximado de unos 10 Km, y con una duración de unos 20 minutos.

 Una recomendación. En el caso de visitar la Boella, vale la pena dedicarle un tiempo para conocer dicha reproducción y así averiguar el porqué de esta recreación, y que como se dice al principio de la misma, en agradecimiento … … Antes de visitar el Hotel Mas La Boella, la propiedad, con Jordi Miarnau al frente nos invitó a degustar el menú del aceite «el elexir dorado» compartiendo mesa con el equipo directivo del centro. Ver el artículo publicado por Mar Luna, en su portal de Oleoturismia.

 Terminada la comida y tras despedirnos de todo el equipo directivo, agradeciendo, la agradable estancia en la Boella y las atenciones recibidas por conocer en profundidad lo que se cuece en el complejo, visitamos rápidamente el encantador y pequeño Hotel compuesto de 12 habitaciones y 1 gran suite en la parte más alta.

 Me faltan palabras para describirlo, y como no tengo reportaje fotográfico para illustrarlo, que mejor que entrar en la web, y que cada uno opine. Una cosa si es cierta: bien merece una visita y perderse unos días para conocer aún más tranquilamente todo lo comentado y si el tiempo lo permite tomando un baño en la piscina del Hotel con una copa de vino Mas La Boella.

Seguramente alguien podrá pensar que los elogios hacia La Boella es como consecuencia de haber ocupado la dirección del complejo hasta el momento de mi reciente jubilación. Los que me conocen saben que no hablo por conveniencias, sino por convicción y admiración, y lo que es justo es que cuando las circunstancias te permiten, lo puedas expresar, y este es mi caso.

De regreso a Tarragona y antes de acercar a la Mar estación del AVE, volvimos otra vez al casco antiguo de la ciudad, con una sola finalidad ver la maqueta de la Tarraco Romana, justo al lado de las murallas, en la plaza del Pallol, lugar de ubicación de la antigua plaza del Forum Provincial de Tarraco (siglo II a.C.). El motivo, «punto de partida de un futuro proyecto» para conocer la Tarraco Romana, y la oferta oleoenoturística del Camp de Tarragona y más adelante, también, de las Terres de l’Ebre»

Ver texto origial: http://tarracovinoleum.cat/?p=2602