Sisco Gibert con Mar Luna en el Molí de Cabacés

Sisco Gibert con Mar Luna en el Molí de Cabacés

Hace unos días tuve la suerte de poder disfrutar de unas intensas jornadas de trabajo junto a Antoni Salas en Tarragona. El fin era ver in situ las posibilidades de aunar oleoturismo, enoturismo, gastronomía y turismo cultural. El resultado ha sido fantástico y os ofreceremos diversas propuestas en este sentido. Mientras tanto, os dejo la crónica que Antoni acaba de publicar en su blog http://tarracovinoleum.cat/ y que reproduzco en castellano. Las fotos también son del autor.

Durante dos días Mar Luna, Directora de Oleoturismia -el primer portal dedicado en  exclusiva al oleoturismo (turismo del aceite) – ha podido conocer las posibilidades  oleoenoturísticas que puede ofrecer el Campo de Tarragona, y más concretamente la  comarca del Priorat y la Tarraco Romana.
Recogí a Mar a las 10.15 horas del pasado lunes 7 de febrero en la estación del AVE de Tarragona, hora de llegada del tren procedente de Madrid, lugar de residencia de esta periodista especializada en oleoturismo. Habíamos acordado con antelación el programa de visitas y como no las rutas que íbamos a realizar.
Sin pérdida de tiempo nos dirigimos a nuestro primer lugar de destino, Cabacés, para conocer in situ a la Asociación de Oleicultores del Priorat. Tras recorrer unos 75 km, pasando entre otros por Falset, Gratallops y La Vilella Baixa, (rodeados de viñas y olivos) llegamos a Cabacés, donde ante la Cooperativa nos esperaba Ricard Masip, actual presidente de este colectivo.
Visitamos la Cooperativa de Cabacés de la mano de Sisco Gibert técnico oleícola con  más de veinticinco años de experiencia y máximo responsable en la elaboración de los  aceites de este molino. Nos acompañó también en la visita, José M º Coll, ténico de  Turismo del Priorat.
Tras más de una hora, pudimos ver las posibilidades oleoturísticas de una comarca,  donde un colectivo, los Oleicultores del Priorat , han sabido dinamizar a un sector que su  apuesta se basa principalmente en la elaboración de aceites de oliva virgen extra, con  una marca genérica, Oleum Priorat, así como con la personalidad que le dan las nueve  cooperativas que integran la asociación .
Destacar también la promoción oleoturistica que se están haciendo desde el Portal  Turístico del Priorat en cuanto a la Ruta del Aceite.
No había más tiempo, ya que nos esperaban en Falset a las 13 horas y antes tenía que  hacer unas fotos durante el camino de vuelta, ya que luminosidad del día y los parajes  que habíamos visto por la mañana bien merecían una parada.
Las hileras de olivos de la variedad arbequina y el telón del Montsant como fondo son el reflejo de lo que la comarca nos ofrece, junto con las laderas empinadas llenas de  viñedos, todo ello bien merece un recuerdo.

Joaquim Sorio Director Comercial de Agricola Falset-Marçà

Joaquim Sorio Director Comercial de Agricola Falset-Marçà

La Cooperativa Agrícola Falset-Marçà , una de las «Catedrales del Vino»(En el ámbito  catalán, una bodega cooperativa construido al estilo modernista aproximadamente entre  1910 y 1920), obra del arquitecto César Martinelli (discípulo de Antoni Gaudí), fue  nuestro segundo destino. Xavi Domenech y Joaquim Sorio, Gerente y Director  Comercial respectivamente de la entidad nos habían preparado una «puesta en escena  teatral» para explicar las peculiaridades de la Bodega.
Durante prácticamente una hora, «un operario» se vio obligado a poner en escena las  explicaciones correspondientes, como consecuencia «de habérseles olvidado llamar a  Leonor», en teoría la «responsable de comunicación de la entidad» .
Una manera diferente y divertida para contar la historia y el momento actual de la  Bodega, donde destaca la arquitectura de la «Catedral», y como no, la apuesta hecha  desde hace ya unos años por la renovación de toda la instalación, tanto que hace  referencia al proceso de vinificación como la crianza

Una degustación de vermut de Falset, como bienvenida, y una cata comentada de Etim  Seleccion 2008, en la sala de recepción recién inaugurada, sirvió para valorar dos de  los productos más representativos que se elaboran en Bodega con el distintivo de la DO  Montsant ; Denominación de Origen que este año celebrará su décimo aniversario con  un gran reconocimiento entre los consumidores y gurús de máximo prestigio, como  Robert Parker
El Restaurante del Hostal Sport, fue el lugar elegido, para hacer la siguiente parada y  para conocer la cocina de la comarca.
Marta Domenech, Gerente del establecimiento nos recibió con la amabilidad de  siempre, así como para compartir mesa con Gerard Amorós, Gerente de la DO  Montsant, y con Joaquim Sorio que acudió en repesentación de la Cooperativa Agrícola  Falset-Marçà.
Además de poder degustar platos típicos de la zona (la tortilla con jugo con judías del  ganxet y bacalao, pollo de payés en el vino del Priorat, albóndigas con alcachofa ….)  Entre otros, aprovechamos para seguir hablando de las posibilidades oleoenoturísticas  que la comarca tiene, y que todos los interlocutores, no se cansaron de decir que son un  diamante en bruto que vez tiene más seguidores.
Después de la comida y antes de dirigirnos a nuestro último destino, Porrera, hicimos  una visita rápida al Castillo del Vino. Un espacio temático que recrea la oferta vitivinícola de la comarca del Priorat, así como sus orígenes.

Como consejo, creo que vale la pena dedicarl3 más tiempo, y así aprovechar, entre  otras, para reconocer con tranquilidad la variedad de aromas que los vinos de la zona  nos ofrecen, en la parte más alta del castillo y al mismo tiempo observar las vistas  (auténticos cuadros pictóricos) que desde los grandes ventanales se ven.
Como decía, nuestro último destino era Porrera , pero por el camino bajando por la  sinuosa carretera del cuello de Porrera, rodeada de viñedos empinadas por ambas  partes, pudimos observar la puesta de sol iluminando con todo su esplendor el  encantador y pequeño pueblo, famoso entre otras por la oferta vitivinícola así como para  sus relojes de sol.
Aparcamos el coche junto al puente romano, todo un símbolo de la población, y después  de caminar unos escasos 100 metros, la bodega de Vall Llach con Salustio Álvarez al  frente era nuestro destino.
El motivo de escoger Porrera, era doble, ya que Salustio Álvarez aparte de ser el  gerente de uno de los bodega más emblemáticos de la DOQ Priorat , tiene también la  presidencia de esta denominación de origen calificada.
El doble cargo de Salustià, se puso en evidencia nada más entrar en la bodega y  preguntar por él, pues estaba atendiendo el teléfono a un medio radiofónico, como nos  confesó una vez nos recibió. Era felicidad por el reciente premio otorgado a la DOC  Priorat como «Mejor Zona Protagonista» (ver post 070211) el pasado, 1 de febrero por la revista «Vivir el Vino» , con motivo de la entrega de sus premios anuales, a los mejores vinos , bodegas y zonas vitivinícolas de España.

Salustià Álvarez Gerente de Vall Llach en Cal Valdrich

Salustià Álvarez Gerente de Vall Llach en Cal Valdrich

Tras las respectivas presentaciones, Salustià, nos sigue sorprendiendo, ya que estando  en una bodega, nos presenta y comenta el Aceite Vall Llach, unas cuantas botellas de  aceite de oliva virgen extra, elaborados con las aceitunas procedentes de olivos de la  propiedad.
Son muchas las peculiaridad del Celler Vall Llach , por un lado la propiedad, integrada  por un cantante, el catautor Lluís Llach y un notario Enric Costa, y la dirección encargada a un viticultor del pueblo y al mismo tiempo presidente de la DOC, Salustià Álvarez. Por otra parte la incorporación del año pasado como enólogo de Albert Costa, hijo del notario, que tras licenciarse en enología por la URV de Tarragona, y recorrer las  principales zona vitivinícolas del mundo toma las riendas como enólogo en bodega.  Dicho de otro modo, con el futuro «casi asegurado de la continuidad de la misma».  Otro punto a destacar es la combinación medida de la tradición y de las más altas  tecnologías que se aplica rigurosamente en todos los procesos creativos del vino:  Cultivo, vendimia, fermentaciones, maceración, prensado, reposo y embotellado.

Y como no, La Final, ubicada en la plaza más emblemática del pueblo, este nombre  define la más vieja y gran construcción privada de Porrera dedicada desde siempre la  elaboración del vino. Aquí, Celler Vall Llach tiene todas las estructuras, materiales y  maquinarias necesarias para la recepción y la elaboración de sus vinos.
Y a cien metros pico, Hay Valdrich. La bodega propiamente dicho, un viejo y noble  caserón, reconstruido en el respeto a su historia y sin embargo totalmente  reestructurado para ponerlo al servicio de un equilibrio ambiental, estético y climático  inmejorable para el reposo y bienestar del vino en las botas. En este ámbito de raros  equilibrios, el único trastorno que se permite es el producido por la llegada, una vez al  año, de las nuevas botas de roble dedicadas a la elaboración de sus vinos.
Por lo que respecta a la «filosofía de la empresa» el Celler Vall Llach apuesta por la  microproducción controlada de sus fincas y «trozos» a causa que la calidad prime  siempre por encima de la cantidad. Actualmente elabora tres vinos, Vall Llach, Idus de  Vall Llach y Embruix de Vall Llach y como no el T 41, elaborado con uvas de cepas  jóvenes con la personalidad de Albert y su bagaje profesional
Capitol aparte merece Agua de Luz de Vall Llach, blanco elaborado con Viogner, fruto  de la celebración del décimo aniversario de la Bodega, reservada sólo para los amigos  de la Bodega o los coleccionistas más apasionados y que la Bodega sólo saca en  aquellas añadas que considera excepcionales. La botella está dedicada al poeta Miquel  Martí i Pol por su íntima relación con el Celler Vall Llach y es en su memoria que se le dio el nombre de un fragmento contenido en su poema Solsticio: «Días vendrá que alguien beberá a manos llenas el agua de luz que brote de las piedras de este tiempo nuevo que ahora esculpimos nosotros «. Como podéis ver toda una «filosofía de empresa» una de las muchas peculiaridades que distingue al Celler Vall Llach y muchos de las pequeñas y medianas bodegas del Priorat.

La jornada, después de todo lo comentado la dábamos por terminada, nos despedimos  de Salustià Albert, con muchas, buenas y futuras intenciones. La oferta oleoenoturística  de la comarca, no sólo fue sugerente por Mar y Oleoturismia sino real y con mucho  potencial, según pudo comprobar durante el transcurso del día.
De regreso a Tarragona, decidimos tomar unas tapas por la Tarraco Romana, y al  mismo tiempo «hacer boca», para la jornada del día siguiente. La Boella era nuestro  próximo destino, pero eso será motivo de otro comentario