A pocos kilómetros de Madrid capital se encuentra enclavada esta pequeña joya un tanto desconocida hasta para los madrileños. Una población donde parece que el tiempo se ha detenido y puedes ver a la corte de Carlos III paseando por sus avenidas. Os animo a pasar una estupenda jornada en Aranjuez, más concretamente en el Real Cortijo de Carlos III.
Aceite y vino para la corte en una bodega que ha pasado por muchas “manos” y que merece la pena escuchar de la mano de la guía que acompaña la visita a la bodega.
Dejo unas pequeñas notas históricas, pero lo mejor es que vengáis a vivirlo en directo.
La Real Bodega de Carlos III fue mandada construir por dicho rey en 1782 para proveer de vino y aceite a la Casa Real.
En 1766 tras su reinado en Nápoles, y comenzando el de España SM Carlos III adquirió en Aranjuez una finca llamada «Finca del Rey» para convertir Aranjuez en un sitio rural moderno según los planteamientos del despotismo ilustrado y despensa de sus palacios.
El «Real Cortijo de San Isidro» a 5 km de Aranjuez hizo que este Real Sitio fuera el germen de la agricultura moderna y verdaderamente real, según los cronistas de la época.
Fue declarada Monumento Histórico – Artístico en 1983.
Dejo el enlace para poder hacer reservas y casi os digo que no vayáis con datos previos para disfrutar más de la jornada de enoturismo y oleoturismo.